No es ningún secreto que una de las cosas que más nos satisfacen como marca, es tener la posibilidad de encontrarnos con proyectos liderados por gente con la que es posible establecer una relación de confianza, independientemente de que vendan alpargatas, brotes de soja o placas solares.
Graphic Mountains, al igual que otros tantos, surge de la necesidad de colaborar, sin más. Es interesante porque, cuando sientes afinidad por alguien y por cómo realiza su trabajo, hacer cosas juntas se convierte en una necesidad y es ahí donde empiezan las expectativas, intereses, objetivos y un sin fin de aspectos que confluyen en la creación de algo bonito y de calidad.
Ropegun y Sr. Bermúdez nos conocimos en una de esos «cientos de mercados o ferias para diseñadores y diseñadoras independientes» donde, sobre todo antes de la pandemia, las marcas que no teníamos posibilidad de ir más allá de la venta online, podíamos vender nuestro productos de cara al público. Lo bueno de éstas, además de las ventas (fluctuantes e imprevisibles), eran las relaciones que creabas. Cuando unas decenas de autónomos y autónomas se juntan en un espacio cerrado durante un fin de semana es imposible que no surja algún tipo de amor por alguien. Es mucho lo que se comparte, principalmente lamentos y críticas antisistema.
En nuestro caso, además del desahogo habitual, nos unió el gusto por las montañas, la música y el nuestro antagonistas frente al diseño gráfico. Creo sin error a equivocarme que nuestros estilos nos representan emocional e intelectualmente al 100% y fue precisamente ahí donde descubrimos que los picos de Ropegun podían ser perfectamente interpretados por el minimalismo y la modernidad de Sr. Bermúdez.
Primero fueron, allá por 2019, tres diseños de camisetas: una edición limitada de la Cuerda Larga, el Camino Schmidt y La Barranca. Preciosas, vistosas y muy diferentes a lo que nuestra marca había mostrado hasta ahora. Y en 2024, Graphic Mountains, una colección de 16 montañas impresas en láminas de 30 x 40 cm. en las que cada uno aportamos nuestros conocimientos y habilidades técnicas en el noble arte de hacer montañas.
En el mes de diciembre lanzamos ocho, nuestras primeras opciones: Cervino, Urriellu, Eiger, Half Dome, K2, Kilimanjaro, Fujiyama y Mont Blanc. Europa, África, América del Norte y Asía representados por ocho «paredes» que nos emocionan y con la creíamos íbamos a emocionar al público. Y unos meses después llegaron Fitz Roy, Monte Perdido, Teide, Everest, Ama Dablam, Pedraforca, Midí D´ossau y la Maliciosa. La culminación perfecta a una colección muy trabajada y con estilo propio.
Seguramente lleguen más, pero, de momento, disfrutamos de vernos, de pensar en como hacer más y mejor, de sobrevivir, de Donosti, de Madrid, de Cádiz y de cualquier otra cosa menos ir a un concierto juntos. Nos gusta muchísimo la música pero sonamos algo diferentes. ¡Gora Ropegun, Viva Sr. Bermúdez!.