MODA Y ESTILO: QUÉ, CÓMO Y POR QUÉ

Hace bastante que es oficial eso de que nos escuchan (lo creo y lo afirmo) y es posible que, desde hace unos meses, también nos lean el pensamiento. 

Hace unos días, en uno de esos momentos en los que no entra absolutamente nadie a la tienda, pensaba a cerca de dos conceptos que no son fáciles de definir o contextualizar pero que a las marcas de ropa nos persiguen inevitablemente: Moda y Estilo. Y ¡pum! al volver al ordenador me salta este artículo de la revista Vogue, al cual hice click inmediatamente, y comencé a leerlo sin ningún prejuicio que me impidiera hacerlo (que los tengo), pasando un rato estupendo entre risas, descubrimientos esenciales, apuntes en mi libreta y la certeza de que escribiría algo para este Blog que tanto me cuesta alimentar.

Hay dos cosas que tengo claras sobre Ropegun: no es una marca de moda y sí tiene un estilo propio. Lo de la moda lo tuve claro desde el minuto uno y lo del estilo lo voy creando y moldeando en un proceso permanente de trabajo y constancia que es lo que hace que esto sea posible. 

Creo que el estilo es aquello que hace que se te reconozca y está ligado, inevitablemente, a cómo haces las cosas, cómo te muestras ante el mundo y cómo, en definitiva, vas a ser juzgada (rasgo de estilo de la sociedad en la que vivimos). Se trata por tanto de un elemento distintivo que provoca en las demás atracción, rechazo o indiferencia. Según esto, es difícil conocer el estilo de algo o alguien así a primera vista porque no lo considero una simple imagen, una fachada al exterior. Así que si entras en la Tienda y dices: – Qué guapa, me encanta el estilo de la marca. Yo te responderé: – Y tu qué sabes, es la primera vez que entras. Bueno, esto es solo para ilustrar exageradamente el ejemplo, si de verdad esto ocurre te diré: – Gracias, eres muy amable. (Ojalá te siga gustando cuando la conozcas un poco más).

Con el estilo también te diferencias, si es lo que deseas y, de alguna manera, muestras tu identidad o parte de ella. Puede ser propio o importado, auténtico o carente de esencia, basado en modas o en los libros que has leído, los grupos que escuchas, los valores bajo los que actúas y un largo etcétera de cosas tan importantes como éstas. Y, por supuesto, puede ser algo importante para ti, para tu vida, para las cosas que haces o importarte una mierda.

La moda la entiendo como algo que está en boga, ya sea un acto o una costumbre, pero que es pasajera, efímera. Una tendencia abrazada por un gran número de personas relativa a la vestimenta, el aspecto físico de las diferentes partes de tu cuerpo o también a lo que comes, lo que visitas o lo que piensas.

Lo negativo de la moda es que es impuesta (Sí ya lo sé, tú decides si te sumas o no a las diferentes tendencias pero, de raíz, están generadas en base a convenciones sociales en las que manda el beneficio económico y el control social). Y es impuesta por personas o estructuras que deciden qué es lo que, en un determinado momento, está bien o está mal, es primordial o carece de interés. Gentes y estructuras con un estilo muy perjudicial para la salud de quienes preferimos mirarnos con los ojos de nuestro propio careto.

En este sentido, lo que quiero poner de manifiesto es que la moda, el estilo y demás conceptos asociados a ellos como son la elegancia, la buena educación, el saber estar, etc. están definidos desde arriba y representados por quienes imponen. Representan, lamentablemente, la verdad absoluta de unas pocas y, peor aún, la obsesión de otras muchas que, para colmo, jamás podrán tener por aquello de que aunque la mona se vista de seda y tal. Vamos, así entre tú y yo, que se trata una cuestión de clase(s) y, sin ella, olvídate de tener un ápice de estilo.

Llegados a este punto, os invito a que leáis el artículo de Vogue, un paseo por treinta y tres frases antológicas pronunciadas por treinta y tres tendenciosas personalidades. Lo que yo haré, ahora que las he leído, será publicar otros tantos posts en mi perfil de instagram para confrontar, a mi estilo, las tesis de quienes fabrican lo más de lo más de la ropa de moda.

Y como la cosa va de frases, a las cuales no soy muy aficionado, dejo por aquí esta que pronunció Maya Angelou en algún momento de su lúcida existencia: Mi misión en la vida no es simplemente sobrevivir, sino prosperar; y hacerlo  con algo de pasión, algo de compasión, algo de buen humor y algo de estilo.

En fin, no he inventado la pólvora pero me he quedado verdaderamente a gusto y he aumentado el numero de entradas del Blog. Otra vez a mi estilo.